Desde los orígenes mismos del rugby y el fútbol actual, a mediados del siglo XIX, se definieron como el alter ego del otro: fuerza contra habilidad; juego limpio contra juego desleal, etc. Un antiguo dicho británico dice que "el fútbol es un juego de caballeros jugado por villanos y el rugby es un juego de villanos jugado por caballeros". En el rugby es característico el respeto por las reglas que deben practicar tanto los jugadores como el público. Las decisiones del árbitro rara vez son discutidas por los jugadores. En los partidos internacionales entre selecciones y en muchos de los campeonatos europeos como el Top 14 se puede recurrir, a solicitud del árbitro principal, a la repetición en vídeo de las jugadas producidas dentro del in goal en caso de duda. La revisión de estas jugadas está a cargo de un cuarto árbitro llamado TMO (Television Match Official), aunque la decisión final siempre corresponde al árbitro principal.
Además, se fomenta la sociabilidad, dándose generalmente entre compañeros de equipos y oponentes una cordial reunión después de los partidos, denominada tercer tiempo, junto con los árbitros, entrenadores y parte del público, para hablar acerca del partido. Este apelativo se ha hecho extensivo a los medios donde se analiza este deporte.
El rugby es un deporte en el que tradicionalmente se ha dado gran importancia a los valores morales. Desde temprana edad a los jugadores de rugby se les enseñan una serie de cualidades positivas, como son el compañerismo, la honestidad, el respeto, la disciplina, la lealtad, el sacrificio y el altruismo. A diferencia de otros deportes de equipo, en el rugby los jugadores no suelen discutir a los árbitros sus decisiones, ni tratan de engañarlos para sacar partido de sus decisiones. Los tantos son necesariamente consecuencia del esfuerzo de todos, por lo que no se producen las celebraciones individuales, tras la consecución de un ensayo o una transformación, que se producen en otros deportes. Al final del partido los jugadores de ambos equipos confraternizan juntos en el llamado «tercer tiempo», en el que beben y comen juntos por invitación del equipo local.